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- Publicado en ALCALÁ. Subasta 18 y 19 Junio 2025
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JOSE IBARRA (Guadalajara, 1685 - Ciudad de Méjico, 1756).
Inmaculada Concepción con el Niño, San Miguel arcángel y San Rafael.
Óleo sobre lienzo. 54 x 40 cm.
Firmada: “Ibarra fact”.
Inscrita: “Refugium peccatorum” y “”Quis ut Deus”.
José de Ibarra fue uno de los pintores novohispanos más destacados del siglo XVIII, junto a Juan Rodríguez Juárez (1675-1728). Se formó en el taller de Juan Correa (1646-1716), y posteriormente colaboró con los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez, cuyos esfuerzos por renovar el arte novohispano marcaron profundamente su estilo. Ibarra adoptó un lenguaje pictórico moderno, influido por corrientes italianas y francesas, lo cual supuso una notable evolución dentro de la pintura virreinal. Su obra representó un importante antecedente en la trayectoria artística de Miguel Cabrera (ca. 1715-1768), quien consolidaría este proceso de modernización en las décadas posteriores.
Hasta la fecha, no se ha localizado ninguna otra obra de José de Ibarra que represente a la Inmaculada Concepción con el Niño Jesús, acompañada de San Miguel Arcángel y San Rafael, por lo que la obra presentamos constituiría una aportación al catálogo razonado del pintor.
Lienzo, firmado en la parte inferior central “Ibarra fact”, representa sobre un rompimiento de Gloria, a la Inmaculada Concepción coronada, de pie sobre una esfera terrestre y una media luna. En su mano derecha sostiene al Niño Jesús bendiciendo. Aparecen acompañados de San Miguel Arcángel y San Rafael, que subrrayan la pureza, la protección divina y la misión celestial de la Virgen María. La Virgen viste túnica blanca y manto azul, en contraste con el delicado tono rosado de la túnica del Niño. En la esfera del mundo se lee la inscripción “Refugium peccatorum”, una de las letanías lauretanas que evocan a la Virgen como refugio y amparo de los pecadores.
San Miguel Arcángel, príncipe de los ejércitos celestiales, representa la victoria sobre el pecado y Satanás. Sobre su armadura puede leerse la inscripción “Qvis vt Deus” (“¿Quién como Dios?”), frase con la que, según la tradición cristiana, San Miguel desafió a Lucifer durante su rebelión en el cielo, proclamando así la grandeza incomparable de Dios. Por su parte, San Rafael, ángel sanador y guía del joven Tobías, simboliza el consuelo, la sanación y la guía espiritual que la Virgen ofrece a los fieles.
Desde el punto de vista estilístico, este lienzo refleja los rasgos característicos de la producción de José de Ibarra: la suavidad y delicadeza de las figuras, influenciadas por el rococó europeo, en particular por la obra de Murillo. La composición se distingue por su disposición simétrica y el dominio de tonos suaves (rosados y azules celestiales) que confieren a la obra una serenidad idealizada.
Otras representaciones de la Inmaculada Concepción de José de Ibarra se conservan en el Museo de América y el Museo Nacional de Arte.
Información adicional
- Precio de salida: 7.000 €
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