Medidas: 22 x 5 x 22 cm (cristo), 52 x 6 x 30 cm (total). Realizada por el platero sevillano Juan Baptista Franconio en el siglo XVI a partir del vaciado de Michelangelo Buonarroti. Francisco Pacheco fue quien primero documentó estas copias en su obra Arte de la pintura, publicada después de su muerte en 1649. Según relata Pacheco, un orfebre italiano establecido en Sevilla, Juan Bautista Franconio, trajo a España una versión en bronce de 30 cm que replicaba fielmente un modelo de Miguel Ángel. En 1600, Pacheco pintó la primera de estas copias y la entregó como regalo a Pablo de Céspedes, un clérigo de la Catedral de Córdoba. Lo que más fascinaba a Pacheco de este modelo, creado por Miguel Ángel y reproducido por Franconio, era que seguía la visión de Santa Brígida de Suecia, en la que Cristo está clavado a la cruz con cuatro clavos y el pie izquierdo superpuesto sobre el derecho. Esta representación influyó a destacados escultores, como Juan Martínez Montañés en Sevilla. La figura de Cristo, serena y pura, evoca las primeras creaciones de Miguel Ángel, como el Cristo de madera en Santo Spirito, Florencia, o el Cristo muerto en el Entierro de la Galería Nacional de Arte en Londres. En sus últimos años, Miguel Ángel se volcó en transmitir el amor divino a través de la imagen del Cristo crucificado.

Miguel Ángel desarrolló la anatomía del cuerpo de Cristo en un famoso dibujo conservado en el Museo Teylers de Haarlem, que muestra un perfil sin el brazo izquierdo. Otro dibujo detallado de la Colección Real de Windsor se acerca bastante al modelo que inspiró estas esculturas. Estas versiones circularon sobre todo en España, realizadas tanto en bronce como en plata, y aún hay debate sobre si algunas fueron creadas en Roma o en suelo español.

En sus últimos años, Vasari relata que Miguel Ángel dedicó tiempo a trabajar en una versión en pequeño formato de Cristo crucificado. El Cristo inacabado, que aún se conserva en la Casa Buonarrotti, y un boceto pintado al reverso de un soneto en la Biblioteca Apostólica Vaticana, son prueba de esos esfuerzos. La mayoría de estas obras fueron replicadas por broncistas y orfebres en series, siendo las primeras realizadas entre 1540 y 1560 en los talleres de Guglielmo della Porta y Sebastiano Torrigiani. Gracias a estas reproducciones en bronce, se dio a conocer una imagen renovadora de Cristo, acorde con la visión de Miguel Ángel. Adjunta permiso de exportación expedido en 2024.

Precio base: €23,000

Precio estimado: €30 000 - €50 000

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