En esta composición se representa una escena tradicional de la Sagrada Familia, donde la Virgen María, el Niño Jesús y San José aparecen acompañados por San Juanito . Lo más notable es la presencia de varios querubines alados, dispuestos en una atmósfera celestial, coronando simbólicamente a la Virgen como Reina del Cielo, lo que añade una dimensión teológica y glorificadora a la escena.

La atribución de esta obra a Andrea del Sarto (1486–1530) se basa en evidencias estilísticas sólidas: el tratamiento suave del claroscuro, la delicadeza en los rostros, y la paleta cromática cálida y armónica guardan estrecha relación con otras obras conocidas del maestro florentino. Asimismo, se han identificado paralelismos en la técnica pictórica —particularmente en el modelado de los cuerpos infantiles y el uso de la luz— así como en las dimensiones y soporte empleados. Sin embargo, no puede descartarse la participación de su círculo cercano. De hecho, esta pintura presenta ciertas similitudes con la obra de Domenico di Bartolomeo Ubaldini, conocido como Il Puligo (1492–1527), quien trabajó en el taller de Andrea del Sarto y fue profundamente influenciado por él. El tratamiento etéreo de los querubines, la dulzura de los rostros femeninos y la atmósfera íntima y contemplativa son rasgos característicos de Puligo. Ubicada en almacén internacional.

Precio base: €20,000

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